La observación

“Observar significa mirar sencillamente”.

Patrizio Paoletti

Una herramienta inicial y fundamental para el autoconocimiento es la observación.

Se puede definir la “observación” como la habilidad de “mirar sencillamente” es decir la disposición para adquirir un nuevo aprendizaje: aprender a observar. Para realizar una observación iniciemos por advertir sobre dos conceptos: control y juicio de la observación. Llevar a cabo la acción de observar, no significa que al hacerlos queramos controlar ni como observamos ni lo que observamos; si esto ocurriera estaríamos alterando los datos que buscamos obtener ante nuestra mirada y con ello también la ruptura de comportamientos habituales negativos. Tampoco significa emitir un juicio, ni sobre el ejercicio de observar, ni sobre lo observado; si así ocurriera, se estaría alterando la calidad de la observación.

Observar significa simplemente obtener datos, buscar información sobre el objeto que observamos.

La observación se puede convertir entonces en el instrumento que aborda directamente la fuente de información (nosotros mismos) para proporcionarnos los datos para iniciar el autoconocimiento.

A menudo, observarse a uno mismo puede resultar difícil inicialmente debido a la identificación con lo que se observa. Para aprender a observar correctamente se requiere desarrollar la distancia justa que nos dé un enfoque claro de nuestro objeto de estudio: mirar sencillamente, observar simplemente, obtener datos de nosotros mismos, del funcionamiento de cuerpo, emoción, mente, espíritu. Mirar no lo que pasa en nuestro entorno, ni lo que nos pasa en relación con los otros, ni lo que nos sucede durante el día, sino observar lo que pasa dentro de nosotros cuando se responde a las demandas que la vida nos propone.

Al observar, ¿qué tipo de datos buscar? De manera general, las rutinas que seguimos, por ejemplo, al despertar: nos despertamos a la misma hora, nos cuesta trabajo, qué hacemos primero, cuanto tardamos en arreglarnos en salir de casa etc. a la hora de tomar alimentos: tenemos un horario establecido, comemos lo primero que encontramos, ¿que orienta nuestras elecciones? Como solo o en compañía, comparo los nutrimentos o como lo que me atrae por la mirada o por los sabores (dulce, salado, etc.), ¿Cómo alimentos elaborados o muy naturales? ¿Soy una persona que lee mucho, o está interesada por la cultura, toco algún instrumento musical? ¿O soy una persona dedica al deporte, no puedo estar quieta, necesito moverme, me gustan los desafíos a nivel físico?

Un trabajo de autoconocimiento empieza necesariamente por la observación, observarme permite de ubicarme en la vida e identificar los campos de mi vida (laboral, familiar, financiero, espiritual) donde están las mayores áreas de oportunidad de mi desarrollo.

¿Intentaste observarte y desarrollar tus habilidades?

¡Anímate a compartir tu experiencia en los comentarios!

(Por Iliana Prendes Herrera y Cristina Dezi)