Las horas de sueño son una intensificación de las horas de vigilia (J. Krishnamurti)

Una mente consciente sigue trabajando inclusive en las horas de sueño y ve todo de manera más lucida.

Cuanto más consciente de sus pensamientos y emociones, uno más se da cuenta de la totalidad de su ser. Entonces, las horas de sueño son una intensificación de las horas de vigilia. La consciencia está activa incluso cuando dormimos. Uno piensa profundamente en un problema y, aún así, no puede solucionarlo; duerme con él, una expresión que solemos decir. En la mañana siguiente, vemos el problema con más claridad y sabemos qué hacer; o percibimos un nuevo aspecto de él que nos ayuda a clarificar el problema. ¿Por qué sucede eso? Podemos darle mucho misterio y tontería, pero ¿qué ha sucedido? En eso que llamamos dormir, la mente consciente, esa fina capa, está en silencio, tal vez, es receptiva; está preocupada con el problema y, ahora, al estar cansada permanece quieta, la tensión se rebaja. Entonces, las insinuaciones de las capas profundas de la consciencia se manifiestan y, cuando uno se despierta, parece que el problema es más claro y fácil de resolver. Así pues, cuanto más atento está a sus pensamientos y sentimientos durante el día, no unos segundos o cierto período establecido, la mente se aquieta, se vuelve pasivamente atenta y, por tanto, capaz de responder y comprender las intimaciones más profundas. Sin embargo, es difícil estar tan atento; la mente consciente no está acostumbrada a tanta intensidad. Cuanto más atenta está la mente consciente, más la mente profunda colabora con ella y, eso lleva a una comprensión más honda y amplia.

Obras completas, tomo III

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