El comer consciente es una de las más completas, regeneradoras y agradables formas de meditación. Se puede comer conscientemente en cualquier lugar, momento y comida del día. Hasta en el rápido almuerzo en una pausa del trabajo o en la cafetería cerca de la oficina y no existe una sola manera de hacerlo. Aquí tienen 7 diferentes opciones posibles para que puedas experimentar cual es la más fácil de adoptar según tus costumbres.
Percibir la saciedad
A nivel basilar, pero esencial, está la atención al sentido de saciedad. Cuando te siente delante de tu plato lleno, antes de empezar a comer, entra en contacto con la sensación de hambre. ¿Qué sientes cuando tienes hambre?
Después, durante la comida, de tanto en tanto pon atención a cómo cambia esta sensación, hasta el final de la comida, cuando puedes entrar en pleno contacto con el sentido de saciedad. ¿Es diferente sentirse hambrientos o sacios? ¡En cierto sentido, podrías hasta decir de ser otra persona!
Involucrar a todos los sentidos
La acción de comer no interesa solo al gusto. Usa todos tus 6 sentidos (5 + la mente) en acercarte a la comida: gusta también los olores, sonidos, textura de los alimentos. Espera un poquito antes de empezar a masticar a los alimentos e ¡intenta degustar cada alimento como si fuera la primera vez! Comer se volverá uno de los momentos más bonitos del día.
Ayudar a la digestión
A un nivel todavía casi de “normalidad”, hay un aspecto importante: la masticación consciente. Si cuando comes no piensas a nada más, ni siquiera lees, escuchas la radio, miras el televisor o las redes sociales, puedes poner atención a la masticación, la primera fase de la digestión, muy importante para una digestión sana y satisfactoria. La masticación aumenta el área superficial del alimento para permitir una mejor acción de parte de las enzimas digestivas. Es aconsejable masticar un bocado de 20 a 40 veces, es obvio que el tiempo de la comida debe de aumentar un poquito.
Considerar a la salud
Intenta ver el enlace directo entre lo que comes hoy y el sufrimiento que podrías sentir en futuro a causa de un mal estado de salud, además del peso que esto comportará para tus familiares y para la sociedad. Es toda una cuestión de costumbres: aprende a servirte raciones poco abundantes y a respetar el criterio de la pirámide alimenticia en la elección de los alimentos.
Comer responsablemente
Tu manera de comer tiene un impacto importante sobre la salud de la Tierra y sobre el bienestar de la humanidad. Se estimó que los criaderos de animales producen más gas sierra de todo el entero sistema de transporte (autos, aviones, trenes y barcos todos juntos). Y se sabe también que los efectos del calentamiento global son hoy entras las mayores causas de conflictos en el mundo. Considera también que la industria del alcohol produce cada año muchas más muertes que las drogas ilegales.
Conectarse con el universo
A mirarlo bien, podrás observar como comer puede conectarte con el universo entero, porqué cada alimento tiene en sí muchísimos factores que lo han hecho posible. Y aquel alimento, comiéndolo, permite que él mismo y aquellos muchos factores, entran a formar parte de tu persona.
Expresar gratitud
El hecho de alimentarte te dona la vida; intenta ser consciente de ello. Tal vez sea la cosa más importante que hagas. Expresa gratitud por el hecho de tener suficiente alimento para vivir, considerando que no es así para muchas personas y no es algo que se pueda dar por hecho. Lleva a tu mente todas las personas que han trabajado para que ese alimento llegara a tu mesa, con su “amabilidad no intencional”.
Para profundizar:
Thich Nhat Hanh, Lilian Cheung, Saborear: Mindfulness para comer y vivir bien.